
DISFRUTAR DE LA TRANQUILIDAD del campo, a la sombra de éste huizache que ha visto pasar a tantos y tantos politicos, disfrutando de un mezquite dulce, solo sucede cuando tienes tu alma y tu corazón en paz con el mundo. Me recordó mucho mi infancia. Por cierto, ahi es Salas Perez, a donde regresé y la gente me compartió su alegría por tomarlos en cuenta. Me acompañó mi esposa Landy y ya les vamos a hacer un parque para sus niños y la banqueta de la iglesia. Por que soy de palabra y se cumplir, que llegue la transformación hasta el último rincón de nuestro bello municipio.