
Necesario, financiamiento suficiente para atención de la salud mental y que seguros privados incluyan en su cobertura este tipo de servicios: Liliana Ortiz
• Realizan en la Cámara de Diputados la mesa de diálogo “Por una mejor salud mental en México: desafíos y propuestas”
Palacio Legislativo de San Lázaro, 15-06-2025.– La diputada Liliana Ortiz Pérez (PAN) señaló que se han impulsado diversas reformas legales, ante la necesidad de que el Gobierno Federal y las entidades federativas otorguen el financiamiento suficiente para atender la salud mental, además de que los seguros privados incluyan en sus pólizas la cobertura de este tipo de atención.
Durante la mesa de diálogo “Por una mejor salud mental en México: desafíos y propuestas”, realizada en la Cámara de Diputados, comentó que la atención de la salud mental es un componente clave del bienestar integral, el cual ha sido históricamente desatendido.
“La Organización Mundial de la Salud ha sido clara: la salud mental es un derecho humano básico y, como tal, debe garantizarse a través de servicios accesibles, integrales y de calidad. En el mundo entero, condiciones como el autismo, la ansiedad y la depresión están en aumento y representan ya problemas de salud pública. México no es la excepción.
“De acuerdo con la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica, una de cada cuatro personas en nuestro país ha vivido algún trastorno mental, pero menos del 20 por ciento ha recibido atención adecuada”, expuso.
Puntualizó que la situación se agrava al observar que 17 de las 32 entidades federativas aún carecen de marcos legales en salud mental. “Aún más alarmante es el hecho de que el suicidio ya es la segunda causa de muerte en personas de 15 a 29 años en México, con un incremento del 30 por ciento en la última década”.
Recordó que desde el Poder Legislativo se han impulsado acciones firmes para avanzar hacia un sistema de salud mental más justo y eficaz. Señaló que ha promovido distintas reformas a la Ley General de Salud, con el objetivo de que, tanto el Gobierno Federal como las entidades federativas, financien con suficiencia y eficiencia los servicios de salud mental, garantizando además su accesibilidad universal.
De igual manera, abundó, que los seguros privados incluyan en sus pólizas la cobertura de servicios de salud mental, complementando los servicios públicos y ofreciendo mayores opciones a la ciudadanía.
“Estas acciones buscan fomentar una participación solidaria entre el gobierno, legisladores, sociedad civil, iniciativa privada y la comunidad científica para enfrentar con visión integral un reto que crece día a día”, subrayó.
Por su parte, Martín Espinosa, director ejecutivo de Feelink, resaltó que hay un creciente compromiso de diversos actores sociales como personas especialistas, legisladoras, legisladores, ciudadanas y ciudadanos por generar un cambio real en el bienestar emocional de las personas.
Subrayó la importancia de involucrar a las nuevas generaciones, representadas por estudiantes, para avanzar hacia un futuro más saludable, donde todos tengan acceso al apoyo emocional que necesitan. Por ello, agregó, se debe mantener la unión y el impulso para que la salud mental sea una prioridad compartida.
Fernando Pena Vivero, presidente de la Asociación Española de Psicología Sanitaria (AEPSIS), mencionó la importancia de brindarle a la población el acceso a los servicios psicológicos comunitarios, en donde haya una mayor colaboración entre lo público y lo privado.
“Creo que existe una necesidad de una colaboración mayor entre lo público y lo privado, entre las empresas, las asociaciones, las fundaciones. Creo que el Estado debería apoyar a aquellas asociaciones que se crean, como sé que las hay ya, con el propósito de mejorar la salud mental y contribuir a esos grupos de terapia o grupos de colaboración”, detalló.
Feggy Ostrosky Shejet, directora del Laboratorio de Neuropsicología y Psicofisiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hizo énfasis en la necesidad de implementar programas de prevención psicológica en las escuelas, ya que, con base en pruebas neuropsicológicas, se puede detectar psicopatías desde los 3 años de edad.